Hace una semana, paseando con la manzanita, asomé mi nariz por el Beautik de Valencia, la peque hacía la siesta plácidamente así que fui a ver los labiales de Sleek, leo muchas cosas positivas sobre ellos y no tengo ninguno.
Cuando ya tenía mi mano llena de swatches rojos y naranjas se me acercó quien yo quiero pensar que era la dueña, por su actitud y su forma de moverse por allí. Me pregunta si necesito algo, yo respondo que no, que solo estoy mirando, y ella, supongo que viendo lo que hay en mi mano, insiste, "Sleek está muy bien", y yo le respondo que tengo un Pout Polish y que estoy muy contenta con él, y me pregunta "y te dura mucho?", "hombre, pues no!", le respondo un poco sorprendida por la pregunta.
El susodicho Pout Polish de Sleek es un bálsamo labial con color y factor de protección solar 15.
Entonces ella coge el tono Tangerine Scream (uno de los swatcheados en mi mano) y me dice "con lo blanquita que eres este te sentaría muy bien", y mi conciencia me grita "NOOOOO, otro pintalabios nooooo!!", la miro y le explico que tengo varios labiales nuevos, uno de Catrice en color naranja coral, y ella me suelta "Bah, por 6€ que cuesta...", y ante mi cara de no-se-muy-bien-lo-que-está-pasando se va.
La verdad es que el Tangerine Scream me estaba gritando desde mi mano para que me lo llevara con él, pero mi conciencia me gritaba a la vez que tantos labiales en tan poco tiempo es una locura, como siga a este ritmo no tendré días en la vida para usarlo todo.
Cuando ya estaba yo dándome la vuelta para irme mientras limpiaba mi mano, el demonio de mi hombro me dijo "Date el capricho mujer!", y débil de mí me vuelvo a girar y le digo, "venga va!, me lo llevo", y mientras ella se dirige a buscar mi Tangerine Scream (como si me estuviera haciendo un favor, la verdad) me voy a la caja a esperarla (y pensando que no debe gustarle mucho su trabajo). Ya estaba yo viéndome con unos labios naranja intensísimo, así que me dio un poco igual. Mete la cajita en una microbolsa y me cobra.
Y a casa que pongo rumbo con mi manzanita dormida y mi nuevo pintalabios naranja potente en el bolso. Llego a casa con ganas de probarme mi nuevo cantosísimo labial naranja, voy al baño con mi microbolsita, saco la cajita, y oh! sorpresa! Ahora tengo un bonito Heartbreaker de Sleek en mi colección de barras de labios O_o
No entiendo nada... O_O solo se que si esa mujer ronda por la tienda, yo no pienso ni acercarme al escaparate... No es que no sea un labial bonito, archiconocido y nombrado como clon del Impasioned de MAC (aunque Heartbreaker es mate). De momento solo me lo he probado, pero me ha parecido muy seco, yo ya tengo los labios muy secos de serie, tendré que hidratarlos bien antes de probármelo una segunda vez.
Yo había leído casos de chicas que hicieron sus pedidos online, ilusionadísimas con productos que nunca llegaron por falta de stock a la hora de la verdad (de lo que nunca se les avisó hasta que vieron lo que ponía en su albarán-factura), y que en vez de hacer un segundo envío con lo que faltaba les habían devuelto el dinero. Es cierto que todo lo que leí sobre esto ya tenía un par de años. Pero para que veáis que estar en una tienda física no te garantiza que te estés llevando a casa lo que has pedido... me dio gato por liebre con todas las letras...
¿Os ha pasado algo parecido?
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Muchas gracias por tu visita!